Monet y sus catedrales

Claude Monet permaneció en Rouen en cuatro ocasiones. Su atracción por la capital normanda se debe en gran parte a la presencia de su hermano, Léon Monet, químico e industrial afincado en la aglomeración de Ruán. Durante las primaveras de 1892 y 1893, el artista decide dar continuidad a la serie Meules y álamos, dedicando una nueva serie de cuadros a la catedral de Notre-Dame de Ruán. Se trata de su proyecto más ambicioso, con un conjunto de veintiocho lienzos que toman como modelo la fachada occidental de la Cathédrale Notre-Dame. Monet intentó captar la inmediatez observando el mismo modelo bajo diferentes efectos de luz y a distintas horas del día. Claude Monet pintó en Ruán hasta 14 versiones a la vez, pasando de un cuadro a otro según las variaciones de la luz en función de la hora del día. Los primeros cuadros de la Catedral fueron pintados en febrero de 1892 y representan el patio de Alban. Son los únicos cuadros realizados en plein air.

Después se trasladó a la plaza de la Catedral, donde trabajó en la fachada occidental desde tres puntos de vista diferentes. En particular, se instaló en el primer piso del Bureau des Finances, una tienda de lencería en la época de Monet, que hoy es la oficina de información turística de Rouen Tourisme. Fue desde este edificio, donde la vista del encaje de piedra de la Catedral es incomparable, donde el artista pintó sus Catedrales más luminosas y coloristas. Él mismo habla de motivos rojos y dorados.