Lo hemos probado para ti...

Bienvenido por la tripulación en el muelle Jehan Ango, situado cerca de los cobertizos de la orilla derecha, suba a bordo e instálese en la cubierta superior del barco, en un espacio abierto pero cubierto, para navegar con la melena al viento.

Desde los primeros minutos del crucero, déjese guiar por el comentarista que le presentará el gran puerto de Ruán en su totalidad. Recorra la ruta de los veleros desde el Armada hasta el Puente Guillermo el Conquistador, mientras disfruta de la vista de la cadena de puentes que atraviesan el Sena, los muelles sobre pilotes y sus cobertizos de construcción Eiffel (restaurantes, bares, pabellones deportivos, oficinas) o le 106 y sus grúas Picasso. El tramo fluvial del puerto permite llegar a París en gabarra en 20 horas (245 km).

Nos dirigimos a estribor para atravesar la cuenca de Saint-Gervais. Antes de llegar a la parte marítima, pasamos bajo el puente Gustave Flaubert y contemplamos su cubierta elevadora y sus plataformas de sujeción, de 1.500 toneladas cada una.

Al entrar en la dársena de Saint-Gervais, descubrimos el dique flotante, inaugurado en 1928 y utilizado para restaurar barcos, la bodega (la más grande de Europa), recuerdo de la antigua actividad del puerto de pinos de Rouen, y el puerto deportivo con sus 80 amarres. En la parte oeste de la dársena, podrá conocer los oficios de los estibadores y descubrir los diferentes sectores de actividad presentes en el puerto (agroalimentario, productos forestales o contenedores y mercancías diversas).

Después de pasar la zona de giro (zona más amplia del Sena que permite a los barcos dar la vuelta en U), navegará hacia el estuario (Rouen-Honfleur: 120 km y 6 horas en barco). Verá el antiguo ayuntamiento de Canteleu, una pequeña réplica del ayuntamiento de Estocolmo, el Pavillon Flaubert, la última casa del célebre escritor, el convento de Sainte-Barbe y su antigua sección troglodita, así como las antiguas residencias burguesas o las cuevas de setas que bordean el Sena.

Recorrer el puerto de Rouen da acceso a vistas imposibles desde tierra. Permite acercarse a los barcos de más de 150 metros de eslora mientras cargan o descargan mercancías, conocer el ambiente de trabajo de quienes intervienen en el puerto y hacerse una idea de la vida cotidiana de esta ciudad dentro de la ciudad.

Tras un segundo paso bajo el sexto puente de Rouen, regreso al muelle. Guiado por los mareógrafos de la orilla derecha, el comentarista nos permite disfrutar de esta vista única de la capital de Normandía para poner el broche final a este paseo comentado de 1h30min sobreel Sena entre aguas marítimas y fluviales.

Descubra el puerto de Rouen y la vida cotidiana de esta ciudad dentro de la ciudad.