Turismo y naturaleza
a orillas del SenaAl igual que Normandía es famosa por su gastronomía, Duclair lo es por su famoso pato, que los grandes chefs y gourmets adoran cocinar con naranja, sangre o cerezas. Cada dos años, en septiembre, se celebra el pato en el municipio. El restaurante Le Parc le invita a descubrir la famosa receta del Pato a la Presa de Rouen, que debe encargarse con 24 horas de antelación.
Con vistas al valle del Sena, la Cour du Mont es una visita obligada, al igual que el suntuoso château du Taillis y su Museo de Agosto del 44 en la aldea de Saint-Paul. Visite también la iglesia de Saint-Denis y sus tres naves.
Muchos cruceros fluviales atracan en Duclair para placer de los turistas que descubren este bonito pueblo o emprenden excursiones por toda Normandía.
Tomar el transbordador
en DuclairPara llegar a Duclair, puede tomar la carretera en coche o autobús oel ferry para cruzar el Sena y disfrutar de una experiencia insólita. Numerosas rutas de senderismo bordean la ciudad y permiten llegar a pie hasta Duclair.
Cuando salga con la familia, los enamorados o los amigos, pasee a orillas del Sena y aproveche para reponer fuerzas y admirar el paisaje. El cloutery de Mustad ha dado paso a un precioso jardín paisajístico, el Archipel des Eaux mêlées, donde podrá pasear y apreciar todo tipo de especies de calidad como el «Abedul negro de los pantanos», la «Reinette de Jumièges» o el «Fresno llorón dorado» que ofrece el Arboretum.
El Arboretum de Mustad es uno de los lugares más bellos de Francia.
La ruta de la fruta
Descubra Normandía en bicicleta en un rincón paradisíaco entre Jumièges y Duclair. Entre los bucles del Sena y huertos, pedalee por un lugar único donde el tiempo se detiene y comienza la curiosidad. A pocos minutos de Rouen y de su centro medieval, sumérjase en el corazón del bocage normando, en el corazón del departamento de Seine-Maritime.
A lo largo de 62 km, la ruta de la fruta atraviesa huertos salpicados de un patrimonio arquitectónico de gran valor histórico, como la abadía de Jumièges.
Ofrece el colorido espectáculo de manzanas, peras, ciruelas y cerezas que podrá venir a comprar directamente a la puerta. Coja su cesta, ¡esta Normandía viva y generosa no es ningún mito! La región también cuenta con numerosas marismas, auténtico depósito de biodiversidad, y ríos y lagos que harán las delicias de los amantes de la naturaleza