Escuela de Rouen
Escuela de Rouen
El modelo impresionistaRouen...
Una tierra de inspiraciónClaude Monet, Alfred Sisley, Paul Gauguin o Camille Pissarro estuvieron o vivieron en Ruán. Los grandes pintores impresionistas dejaron su huella en Ruán e inmortalizaron monumentos o barrios de la ciudad. Monet ofreció una vista de Ruán desde la panorámica de la colina Sainte-Catherine, y el mundialmente famoso conjunto de las Catedrales. Mientras que Sisley y Gauguin se dedicaron a la campiña circundante y a las orillas del Sena con vistas de Bihorel, La Bouille y Sahurs. Pissarro, el pintor más prolífico de Ruán con 67 cuadros, realizó paisajes contrastados. Por un lado, el centro histórico, en particular desde la rue de l’épicerie. Por otro, vistas de la orilla izquierda industrial con lienzos centrados en el puente Boieldieu.
La presencia de los grandes maestros dio a Ruán renombre internacional, exponiendo sus calles en museos de todo el mundo. También influyó profundamente en la producción artística de Ruán. Gracias a ella, los artistas locales emprendieron la vía moderna del Impresionismo. Este grupo de pintores que se formó en Ruán a finales del siglo XIX se conoce hoy como la École de Rouen.
Angrand, Lemaître, Delattre, Fréchon
La primera Escuela de RuánLa vanguardia de Ruán estaba formada por cuatro artistas: Charles Angrand, Léon Lemaître, Joseph Delattre y Charles Fréchon. El académico Eugène Brieux les dio el sobrenombre de «Mousquetaires » en sus escritos de 1889:
«Como los tres mosqueteros, los impresionistas de Ruán son cuatro. Como los Tres Mosqueteros de nuevo, son jóvenes, ardientes, amantes de la lucha, (…)»
Mientras que Charles Angrand se acercó a Seurat durante sus estancias en París, los otros tres se agruparon en torno a Camille Pissarro, que trabajaba regularmente en Ruán. Los pintores de la Escuela de Ruán privilegiaron la pintura al aire libre, la pincelada pequeña y el juego de luces y sombras.
A través de sus obras, estos pintores lograron expresar su apego a su tierra natal. También lograron captar la atmósfera cambiante, brumosa y aérea tan particular de las riberas normandas del Sena.