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©La Corderie Vallois|PO Deschamps

Materiales y colores en Corderie Vallois

¡Viva el ambiente de una fábrica textil del siglo XIX! En el Musée de la Corderie Vallois, a las afueras de Rouen, se sumergirá en una época en la que la industria del lino, el algodón y la lana era la principal actividad industrial de Normandía.

Despertar los cinco sentidos

La Corderie Vallois es un museo en movimiento que ofrece visitas totalmente inmersivas. La maquinaria de la antigua hilandería hidráulica sigue en su lugar original y en funcionamiento, impulsada por la rueda de paletas que continúa girando al ritmo del río Cailly. La oficina del capataz, el taller de trenzado, bobinas e hilos de todos los colores, … los ojos y los oídos están alerta. Incluso el olor de la grasa que mantiene en perfecto funcionamiento los auténticos mecanismos. Observe a continuación cómo gira la rueda de paletas y sienta cómo la Historia vuelve a vibrar en esta hilandería.

La historia de la fábrica de cuerdas

Se encuentra en la fábrica de la familia Vallois que, entre 1880 y 1978, fabricaba cuerdas y trenzas de algodón. Una visita al museo recorre la historia de la fábrica y comparte con los visitantes la experiencia de los trabajadores de la fábrica de cuerdas de la época en que Rouen fue pionera de la industria textil. El propietario Jules Vallois transformó la hilandería en una fábrica de cuerdas mecánicas, instalando imponentes máquinas inglesas en la planta baja y pequeñas unidades francesas en el primer piso. Las especialidades de la empresa, que emplea a una mayoría de mujeres, son las cuerdas trenzadas y los cordones trenzados.

Ruán, uno de los centros algodoneros más importantes de Francia

A partir de 1759, el valle de Cailly vio nacer y desarrollarse una de las mayores concentraciones de industrias textiles francesas que trabajaban el algodón, entre ellas la Corderie Vallois. Rouen estuvo a la vanguardia de la innovación industrial y experimentó un prodigioso crecimiento económico. Entre 1815 y 1820, se construyeron quince nuevas hilanderías hidráulicas a orillas del Cailly.En 1850, 51 hilanderías, 4 tejedurías, 22 hilanderías y 17 tintorerías salpicaban un territorio de 44 km de largo. Rouen y Elbeuf eran entonces primeros territorios franceses productores de algodón en hilado y tejido.

Máquinas en acción

Telares, bobinadoras, bailarinas, trenzadoras, … imponentes máquinas se ponen en acción en los talleres del museo. Bajo la dirección del guía, podrá incluso activar algunas de ellas. Durante casi 100 años, la fábrica de cuerdas producía cuerdas a partir de bobinas de hilo de algodón fabricadas en las hilanderías de la región. El algodón cosechado en el sur de Estados Unidos, India, Egipto, China y Pakistán llegaba a través de el Sena y el puerto de Ruán y luego se transportaba por ferrocarril hasta las fábricas textiles de el valle de Cailly. Aquí se fabrican tres tipos de cuerda: moldeada, trenzada y cableada. Estas últimas se utilizan, por ejemplo, como mechas para encendedores y velas o redes de pesca.

Hilados, hilos... y hermosas telas

Es una oportunidad para descubrir la artesanía y la cultura local en su máxima expresión. ¿Ha oído hablar de las «Siamoises du Pays de Caux»? Se trata de tejidos con una trama de algodón reforzada con lino o seda. ¿Y las famosas «indienneries»? Estos tejidos estampados han convertido la producción regional en un éxito. La corderie Vallois ofrece bellos ejemplos de estos estampados en tejidos con colecciones tan coloristascomo ornamentadas.

Seguir el río

El Cailly, que fluye por debajo de la Corderie Vallois, ofrece un paseo por el valle que en el siglo XIX era conocido como el «Pequeño Manchester». Hilanderías, tejedurías, tintorerías e indianderías se suceden. Deje que un guía le cuente sobre estas historias de agua y molinos. En Rouen, hay que seguir el curso del Robec hasta el centro histórico. La vida cotidiana de los tintoreros y molineros se puede ver en el barrio de Martainville. Aquí, utilizaban el agua para transformar los materiales. La ruta de los molinos es otro itinerario que revela el rico patrimonio industrial de la ciudad normanda.

Así se llega a las exposiciones y fiestas

Tómese un descanso en el jardín del museo. El río Cailly, con su pequeña cascada, ofrece un entorno tranquilo y relajante. Hay bancos y tumbonas a disposición de los visitantes. En verano, el evento Flâner au bord de l’eau invita a pasar momentos de lectura, conciertos y relajación en el lugar. Se organizan regularmente talleres en torno al hilo (Sculpte ton style, De fil en aiguille, …) y exposiciones temporales, que reúnen a artistas contemporáneos internacionales en torno al tema textil, son citas ineludibles.

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